Un esfuerzo de colaboración entre la policía china y el gigante de los juegos Tencent ha llevado al cierre de lo que, según la policía, es la operación de trampas de videojuegos más grande de la historia.
La pandilla diseñó y vendió trampas (Cheats) a videojuegos populares, incluidos Overwatch y Call of Duty Mobile. La organización obtuvo aproximadamente $76 millones (£55 millones) en ingresos y cobró una tarifa de suscripción a los clientes. La policía incautó activos por valor de $46 millones de dólares, incluidos varios coches de lujo.
La operación se llamó «Chicken Drumstick» y tenía un sitio web que vendía a «cientos de países y regiones», informaron medios locales. Los precios de suscripción para los usuarios comenzaron en alrededor de $10 por día y hasta $200 por mes.
La policía de Kunshan encontró y destruyó 17 trampas y arrestó a 10 personas en relación con la red. Dijo que era el caso de trampas «más grande del mundo» debido a las grandes sumas de dinero y juegos involucrados. Con jugadores capaces de ganar millones en torneos de juegos en todo el mundo, la represión contra las trampas se ha intensificado en los últimos años.
En 2019, una encuesta reveló que alrededor de un tercio de los jugadores admiten usar trampas para mejorar sus posibilidades en línea. Varios jugadores de alto perfil también han abandonado las plataformas debido al aumento de las trampas en algunos juegos. Hacer trampa en los juegos es tan antiguo como los juegos en sí.
Pero con el auge de los títulos de jugador contra jugador y las competiciones en línea, hacer trampa ya no se trata solo de darse una ventaja sobre los malos de la computadora. Hacer trampa es, literalmente, arruinar los juegos y las grandes empresas como Tencent lo saben. Esta última operación muestra la seriedad con la que la empresa china y otros fabricantes de juegos se están tomando el problema.
Viene detrás de grandes demostraciones públicas de agresión hacia los tramposos en otros títulos como Warzone y Fortnite. La historia también muestra cuán lucrativas se han vuelto estas operaciones de piratería. Lo que solía ser una industria artesanal de piratas informáticos que exponían fallas en el código de los juegos ahora se ha convertido en una empresa criminal masiva.